
«Es necesario que se ponga la teología al alcance de todos los hijos de Dios dándosela caldeada en el amor para que vivan en intimidad con la Familia Divina»
Publicaciones periódicas
¿QUIÉN COMO DIOS!
¡Oh...! ¡Qué feliz es Dios, que, en sí mismo posee la plenitud infinita y eterna de alegría que es todo su ser...! Todo Dios es un piélago sin riberas y sin fin de felicidad. Y en sí mismo Él es eternamente saciado en esa inmensidad felicísima de su ser, que no le deja lugar para desear nada, por perfección de su misma infinitud, la cual sacia infinitamente a la eterna Trinidad en su Unidad simultánea.
MARÍA, MADRE DE DIOS
María es un portento del poder de Dios. La Virgen es intrínsecamente "Nuestra Señora de la Encarnación", pues para la Encarnación Dios la creó, haciendo de Ella un prodigio de la gracia en manifestación radiante del Omnipotente.
LAS COLUMNAS DE LA IGLESIA
«¡No hay miedo de que la Iglesia se equivoque!; Dios habla por ella... ¡No hay miedo que la Iglesia se hunda!; Dios la sostiene sobre las aguas del diluvio universal... ¡No hay miedo, porque Dios es la fuerza y el baluarte donde se apoya...!»
¡BIENVENIDO SEA EL HOMBRE AL SENO DEL PADRE!
«¡Qué sábado de triunfo tan glorioso!, en el cual el alma del Unigénito de Dios, que al mismo tiempo es el Hijo del Hombre, abre por el fruto de su Redención los Portones suntuosos de la Eternidad, cerrados desde el Paraíso terrenal por el pecado en rebelión de nuestros Primeros Padres; y se alzan las antiguas compuertas ante el paso impetuoso de irresistible poderío del alma del Unigénito de Dios inmolado, en triunfo de gloria».