PEREGRINACIÓN A LA CASA NATAL DE LA
MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA
con motivo de la
CLAUSURA DEL AÑO JUBILAR
DE LA OBRA DE LA IGLESIA
El pasado día siete de Diciembre hemos tenido la dicha de recibir en Dos Hermanas a nuestro Sr. Arzobispo Don José Ángel Saiz, y a una nutrida peregrinación de miembros de La Obra de la Iglesia: sacerdotes, consagrados y militantes, venidos de España e Italia, con ocasión del fin del año jubilar otorgado a La Obra de la Iglesia por la Santa Sede, en conmemoración del vigesimoquinto aniversario de su Aprobación Pontificia por San Juan Pablo II.
La visita del Sr. Arzobispo D. José Ángel Saiz, y su presencia celebrando la Santa Misa a las 12:00 de la víspera de la Inmaculada, en la capilla de la Casa Natal de la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia, ha sido un gran regalo y un magnífico broche para este Año Jubilar.
Esta Eucaristía se celebra todos los años a esa precisa hora, en recuerdo de la consagración a Dios de la Madre Trinidad ocurrida el 7 de Diciembre de 1946 cuando, al repique de las campanas que anunciaban la Fiesta de la Inmaculada, Dios invadió el alma de la Madre Trinidad, respondiéndole ésta: “Seré tuya, solamente tuya, totalmente tuya y para siempre”.
Las palabras de nuestro Arzobispo, cercanas y certeras, nos hablaron del necesario encuentro personal, no solo con Cristo presente en la Eucaristía, sino también con las otras Personas Divinas, el Padre y el Espíritu Santo, y cómo la inmersión en la Trinidad debe de ser el sello característico del cristiano del siglo XXI.
En un mundo alejado de Dios es necesario presentar a la Santísima Trinidad como el misterio esencial de nuestra fe, sin que permitamos que su aparente “dificultad” nos disuada de su necesidad.
Pudimos luego también pasar unos momentos con el Sr. Arzobispo D. José Ángel Saiz en ambiente familiar y festivo, con canciones que agradaron mucho al Sr. Arzobispo, y comunicarle nuestro cariño entrañable y nuestro agradecimiento por su visita.
Asimismo, una familia de peregrinos compartió con él, y con todos los presentes, su amor a la Iglesia como fruto de la luz que la Madre Trinidad nos ha grabado a fuego en el alma a todos sus hijos.
Antes de impartirnos su bendición quiso compartir con nosotros su sencillez y su cercanía, y vimos al Pastor que pese al inmenso trabajo que en Sevilla y en Roma tiene sobre él, se entrega con alegría a Dios y a su rebaño.
No faltó una mención especial a la Santísima Virgen María como medio para llegar a un mejor conocimiento de Dios, de sus misterios y de la Santísima Trinidad.
Para los peregrinos éste fue el acto inicial de la peregrinación que se prolongó hasta el día 9, a través de la vigilia de la Inmaculada, y de visita a la Casa Natal de la Madre Trinidad, a la Parroquia de Santa María Magdalena, donde tantos sublimes acontecimientos tuvieron lugar entre la Madre Trinidad y Jesús Eucaristía, silenciosamente y ocultos a los ojos del mundo, y a los lugares relevantes en los años iniciales de la vida de la Madre Trinidad, en Dos Hermanas.
Santa Misa de la Fiesta de la Inmaculada Concepción
en la parroquia de Santa María Magdalena -Dos Hermanas, Sevilla-
Fiesta familiar, en el salón de la casa natal
de la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia
Día 9 de diciembre,
Adoración Eucarística en la parroquia de Santa María Magdalena
En un ambiente de familia, hemos querido ayudar a que nuestros hermanos de España e Italia pudieran pasar unos breves días en los lugares donde la Madre Trinidad nació y vivió sus primeros años para, a través de ella como Eco de la Iglesia, llenarse más de la vida de Dios y presentar el verdadero rostro de la Iglesia a todos los hombres.
Quiera Dios que lo hayamos conseguido y que recordemos siempre como la Madre Trinidad decía siempre, con gran alegría, que ella era andaluza, sevillana… ¡y nazarena!
Los Militantes de La Obra de la Iglesia en Sevilla