¡África te espera, Madre!

¡África pide tu vida!

Reclama hoy tu canción,

te llama en la lejanía

para que brille tu luz

en las tinieblas que envuelven

a esa tierra tan querida.

¡Madre, África te llama!

Escuchamos hoy las voces

de muchas almas sencillas

a las que Dios quiere dar

el tesoro de tu vida.

Estas frases expresan un poco la experiencia de los Miembros de La Obra de la Iglesia cuando pisan tierras africanas. La certeza de que la Madre Trinidad, con sus alas maternales abraza a sus «negritos», y los cobija y siente hijos y «descendencia suya».

A finales de febrero tres Miembros de la Rama Femenina y un Sacerdote han realizado un viaje misionero a Rwanda. Días cargados de emoción, ante la primera salida misionera, después de la partida de nuestra queridísima Madre, y la experiencia de su presencia, de su impulso, de su maternidad tan fecunda.

 

Un grupo de treinta mujeres y jóvenes han participado en los «Días de retiro sobre el misterio de Dios en la Iglesia». La palabra encendida de la Madre, que presenta con profundidad y al mismo tiempo con sencillez, todos los misterios del dogma, penetra los corazones, aun ante la diversidad de lenguas, pues ella, con el Verbo, es canción de Dios en la Iglesia.

¡Qué maravilla ver a personas de culturas y continentes tan distintos emocionarse profundamente ante la comprensión, gracias a las charlas y vídeos de la Madre, del misterio de Dios, de la Encarnación, de la virginidad maternal de María y de la tragedia de la Iglesia!

Todas han manifestado, en distintos testimonios, su agradecimiento a la Madre Trinidad, a La Obra de la Iglesia, por la lluvia de gracias que ha caído sobre sus almas. ¡Qué celo ha dejado la Madre Trinidad en sus almas, de ayudar a la Iglesia con el testimonio de sus vidas! Varias de ellas se han comprometido con La Obra de la Iglesia para seguir alimentándose de esta riqueza. Entre ellas ya había algunas Colaboradoras simpatizantes.

También varios Grupos de chicas, en tres Colegios, han tenido una jornada de retiro, en preparación a los encuentros para ellas, que tendrán lugar en el mes de Septiembre, durante las vacaciones.

Algunas Comunidades de clausura han tenido una jornada de retiro con charlas y vídeos de la Madre. Otras nos han pedido la posibilidad de tenerlo en la próxima ocasión que haya.

Ha sido asimismo un momento de formación y crecimiento para los Miembros de La Obra de la Iglesia: Militantes y Colaboradores simpatizantes, con encuentros organizados para ellos.

El último domingo de nuestra estancia allí, el 13 de Marzo, hubo en la capital una Jornada para familias con una buena participación y deseo por parte de todos de seguir en contacto con La Obra.

¿Cómo no agradecer a Dios las bendiciones que nos ha otorgado tan copiosamente? ¿Cómo no agradecer a los Miembros de La Obra de la Iglesia, allí presentes, su disponibilidad, su dedicación en la preparación del viaje y en el desarrollo del mismo? ¿Cómo no agradecer la oración y el sacrificio a todos los que desde sus Centros nos han acompañado para que fuera un viaje de mucha ¡Gloria para Dios! y vida para las almas?

¡Somos una familia! Por eso os hacemos partícipes de estas breves líneas para que, unidos en el alma de la Madre Trinidad, demos gracias a Dios porque “sus misericordias son eternas y no tienen fin”.