Dios es para todos
Esta verdad tan cierta y segura fue grabada a fuego por Dios en el alma de la Madre Trinidad en el año 1959, después de haber penetrado en el misterio de la vida íntima de las tres divinas Personas, con un mandato que la impulsaba irresistiblemente: «¡Vete y dilo…! ¡Esto es para todos…!».
Hagamos nuestra esta maravillosa tarea de comunicar a todos los hombres, con fuerza y valentía y a impulsos del amor, que el entrar en la vida de Dios, participarle y gozarle, es para todos sin distinción; y no en el Cielo, sino ya aquí en la tierra, por la vida de la gracia.
Y para ello, escuchemos y aprovechemos esta voz de Dios, que nos impulsa a realizarlo.