PROMESA CUMPLIDA DE DIOS AL HOMBRE EN LA NUEVA Y CELESTIAL JERUSALÉN
La Hija de Sión aparece tirada, como Cristo en Getsemaní, pero no por eso fracasada ni hundida, ¡no! El Padre la sostiene con el poderío de su brazo, porque su real Cabeza es su Hijo muy amado en quien tiene puestas todas sus complacencias.